Como todas las plantas, la luz es uno de los factores fundamentales para su buen desarrollo. La mayoría de orquídeas necesitan mucha luz pero poco o nada de sol directo (de las orquídeas tropicales, sólo las Vanda y las Cymbidium pueden tolerar el sol directo pero fuera de las horas centrales del día).
Debe buscar una ubicación cerca de ventanas con buena orientación. Si el sol entra en alguna hora del día procure filtrar la luz a través de visillos que la atenúen.
Unas buenas condiciones de luz son imprescindibles para estimular la floración y el crecimiento de la planta.
Si no se dispone de la suficiente luz natural, una opción consiste en instalar luces artificiales especiales para plantas. Las hay de diferentes tipos (de mercurio, de sodio de alta y baja presión, etc.). Consulte a su proveedor.
La luz insuficiente provoca la falta de floración, poco crecimiento, tallos frágiles que pueden caerse, hojas de color verde muy oscuro o, según otras condiciones, hojas que amarillean hasta caerse.
Comentarios
Publicar un comentario